Según un informe elaborado por investigadores de las universidades de Zaragoza, Sevilla, Almería y Tarragona, y presentado en Forandalus-2012, cuatro de cada cinco personas que cuidan a personas dependientes son mujeres amas de casa, mayores de 50 años, y con estudios básicos o sin estudios.
La dedicación exclusiva al cuidado de personas dependientes es mayoritaria en el entorno femenino, ya que a pesar de que los hombres se están incorporando poco a poco a estas tareas, requieren generalmente de la colaboración de una mujer.
El informe recuerda además que está demostrado que la atención a dependientes incide negativamente en la calidad de vida de los familiares cuidadores, que sufren problemas de salud física y mental.
La escasez de personal de enfermería cualificado y la alta rotación de los mismas en los centros sanitarios repercute de manera negativa en la calidad de vida de los enfermos, de los familiares cuidadores y de las propios profesionales.
España tiene uno de los índices más bajos de Europa en el número de enfermeros por paciente en el ámbito hospitalario.
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