Las oficinas de los servicios sociales están desbordadas con miles de personas que necesitan ayuda urgente para comer, pagar el agua y la luz.
Una de cada tres personas que acuden en busca de ayuda son personas mayores, después están los discapacitados y las familias con niños pequeños, pero cada vez hay más gente que vivía modestamente que ahora necesita ayuda urgente.
El problema se agrava cuando el gobierno de Mariano Rajoy ha recortado de manera drástica los presupuestos dedicados a los servicios sociales, lo que sobrecarga las organizaciones que atienden a estas personas. Cáritas ya ha sobrepasado el millón de personas atendidas porque las personas dependientes no cobran por los impagos de las comunidades autónomas.
Estos 10 millones de personas ya están o estarán próximamente en riesgo de exclusión social, sin contar que 1,7 millones de hogares españoles tienen a todos sus miembros en paro, y lo que es peor, miles de estas personas no volverán a trabajar nunca.
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