Tras reconocer la Generalidad de Cataluña que 10.074 personas han muerto en Barcelona a la espera de un subsidio que nunca llegó, se ha conocido que el gobierno catalán repartió 1,5 millones de euros (250 millones de pesetas) en dietas para sus altos cargos.
Mientras el gobierno de Artur Mas recorta en servicios básicos sanitarios y educativos, y no destina dinero a pagar las facturas de las farmacias, los altos cargos de sus consejerías se han repartido un millón y medio de euros por asistir a reuniones de consejos de administración de empresas públicas, muchas de ellas con el único objetivo de embolsarse las dietas.
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